House sitting y pet sitting en Australia: Viaja sin pagar alojamiento
¿Te has planteado alguna vez la posibilidad de viajar por Australia y conocer este maravilloso país sin pagar un duro por el alojamiento? Tanto si la idea ya se te ha pasado por la cabeza, como si nunca se te hubiera ocurrido, sigue leyendo, porque en este post vamos a hablar te del house sitting y pet sitting en Australia o, dicho de otra manera, de cómo ahorrarte mucho dinero en el alojamiento. ¿Empezamos?
¿Qué es el house sitting en Australia?
El house sitting en Australia, o en cualquier otra parte del mundo, consiste básicamente en que el dueño de una casa te deje alojarte en ella durante un tiempo determinado en el que él está fuera, sea por el motivo que sea, de forma gratuita y a cambio de que cuides de su hogar. Se trata de un intercambio basado totalmente en la confianza, y que cada vez se está extendiendo más y más en la comunidad viajera.
¿Qué es el pet sitting en Australia?
A menudo, el house sitting incluye el cuidado de distintas mascotas y animales, desde perros y gatos hasta caballos, pasando por todo tipo de especies que puedas imaginar. Y a esto se le conoce como pet sitting.
¿Cuáles son las ventajas y beneficios de hacer house sitting en Australia?
De entrada podemos pensar que el único beneficio de hacer house sitting en Australia es el ahorro de dinero que supone no tener que pagar por una casa (ni por los gastos que en ella se generan). Pero nada más lejos de la realidad, los beneficios de hacer house sitting van mucho más allá.
Por ejemplo, instalarte en una casa puede resultar muchísimo más cómodo que ir a un hostel u hotel, donde apenas tienes espacio para dejar tus cosas, no siempre puedes hacer uso de la cocina o de otras comodidades, como la lavadora… Además, hay propietarios que incluso permiten a los housesitters utilizar sus coches. ¿No es un verdadero chollo?
Si te apasionan los animales, el house sitting va a menudo acompañado del cuidado de alguno, por lo que podrás disfrutar de la compañía de gatos, perros, caballos…
Por otro lado, hacer house sitting en Australia te permitirá adentrarte de lleno en la cultura Aussie, ya que normalmente las casas se encuentran en zonas alejadas del turismo donde convivir con muchos otros australianos.
No debemos olvidar tampoco que el hecho de ser house sitter no es un trabajo como tal, que requiera una jornada laboral, por lo que tendrás mucho tiempo libre para explorar los alrededores y disfrutar del país. Ello no quiere decir que no debas hacer absolutamente nada, porque cuidar de una casa implica algunas tareas, y además pueden surgir imprevistos. Pero, sin duda, la experiencia merece la pena.
¿Cómo puedo conseguir un house o pet sitting en Australia?
Si te atrae la idea de hacer house sitting en Australia, hay muchas plataformas digitales en las que puedes inscribirte y encontrar muchísimas ofertas de gente que, por distintos motivos, necesita que cuides de su casa o de sus mascotas durante un tiempo. Hay que tener en cuenta que la suscripción a estas plataformas conlleva un gasto anual (que no suele superar los cien dólares australianos):
¿Qué visa necesito para poder hacer house sitting en Australia?
Para hacer house sitting en Australia no necesitas ningún visado especial, ya que además no es un trabajo propiamente dicho, sino que se trata de un intercambio en el que ambas partes se benefician. No obstante, ten en cuenta que para poder entrar a Australia es necesario tener un visado vigente.
Consejos para que tu perfil sea seleccionado en aplicaciones de house y pet sitting
Si ya has creado un perfil y estás ansioso por empezar a ser un house o pet sitter, te vamos a dar algunos consejos para que los dueños de casas o mascotas escojan tu perfil a la hora de delegar el cuidado de su hogar o de sus animales. Para empezar, te recomendamos que elabores un perfil completo, en el que te presentes y describas de forma detallada y expliques cuál es tu situación actual y cuáles son tus motivaciones para hacer house o pet sitting en Australia (por qué te gustan tanto los animales o por qué te encantaría conocer esa zona del país, por ejemplo). Sería muy interesante si añadieras fotos tuyas con mascotas o en las que se te vea con actitud amigable.
Por otro lado, como en muchas otras decisiones, las opiniones son muy importantes a la hora de escoger un house sitter. Por eso, aunque al principio no tendrás reseñas de otros dueños, pide a tus familiares y amigos que escriban referencias buenas acerca de ti, aprovechando que normalmente estas plataformas ofrecen links para que envíes a tus conocidos y puedan escribir alguna opinión.
Por último, nuestro mayor consejo es que no desistas. Aunque puede que al principio tu perfil sea rechazado en alguna ocasión, ¡no te rindas! ¡Seguro que terminas encontrando a alguien que te da tu primera oportunidad!